A finales de septiembre, las ciervas que han vivido durante el verano de 2015 en el prado que hay frente a Ekainberri se van a su lugar de origen, el caserío Pagorriaga de Beasain.
Las personas que vivían en el entorno de Ekain durante el Paleolítico venían a este valle de Sastarrain a cazar sobre todo ciervos, como homenaje a aquellos/as cazadores/as de ciervos, este verano se decidió mostrar ciervos en la zona de Ekainberri.

A lo largo de los dos últimos meses, las ciervas han vivido en la pradera que hay frente a Ekainberri. En un principio estaban nerviosas, tras un largo viaje, costó que se adaptaran a un entorno desconocido, el tiempo caluroso de julio tampoco ayudó mucho, puesto que a los ciervos les gustan los lugares frescos.
Tras dos meses, las ciervas se han acostumbrado a la gente y se acercan cada vez más a las personas, teniendo siempre presente que se trata de animales salvajes.
Durante este tiempo, las ciervas se han convertido en miembros de la familia Ekainberri, pero ha llegado la hora de que vuelvan a casa, el otoño es una época crítica en el ciclo reproductivo del ciervo y ese proceso únicamente lo pueden hacer en su entorno natural, han vuelto a Pagorriaga.
La experiencia de este año ha sido exitosa, los animales se han adaptado bien y su presencia ha gustado mucho a la gente. ¿Habrá el año que viene ciervas en Ekainberri?