Cueva de Los Niños: arte rupestre en el interior de la Península Ibérica

Cueva de los Niños está al sur de la provincia de Albacete, municipio de Ayna, entre las cumbre de Albarda (1250 metros) y Halcón (1232 metros), la cara noroeste del Barranco del Infierno, formado por el río Mundo, afluente del Segura.

Se encuentra en la sierra de Alcaraz, a 700 metros sobre el nivel del mar, en un entorno muy escarpado. Tiene un desarrollo de unos 30 metros, una forma ovalada y se divide en dos partes principales, el vestíbulo y la parte profunda, con una formación estalagmítica que los divide.

El lugar era conocido como “Cueva de los Niñotes” al creer los lugareños que los dibujos que vieron allí estaban hechos por niños. El arte rupestre se descubrió oficialmente en 1970, es uno de los pocos ejemplos situados en el interior de la Península Ibérica.

Las figuras se dividen en dos conjuntos, el principal está en el vestíbulo, en un lugar al que llegaba la luz del sol durante el Paleolítico, en la pared derecha hay un panel de dos metros de longitud, con 13 representaciones y diferentes manchas de ocre. Se pueden ver imágenes ciervas y ciervos, un caballo, dos cabras y un bóvido, siempre pintados con ocre rojo.

El segundo grupo, el de la sala interior, es más modesto, tiene un caballo, una cabra esquemática y una serpiente, pintados en rojo, este último es un tema extremadamente raro en el arte rupestre paleolítico.

Un hueso quemado encontrado dentro de la cueva fue datado por Carbono 14 y dio una fecha de 27.000 años, las representaciones pueden ser de esa época, del Gravetiense.

En la entrada de la cueva también hay un conjunto de representaciones correspondientes al arte rupestre levantino, con algunas representaciones humanas, pudieron ser hechas entre hace 10.000-6.500 años.

Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998, dentro del conjunto Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.

Ekainberri

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